Este libro se centra en algunos desafíos inéditos que se presentan en la clínica y la reflexión psicoanalítica en los tiempos actuales.
Herederos del descubrimiento freudiano y deudores del aporte de los autores posteriores durante la modernidad sólida, hoy nos hallamos sumergidos en una coyuntura sociocultural que varios pensadores contemporáneos califican de vértigo civilizatorio.
Familia, parentalidad y filiación, tiempo social y vivencial acelerados, sexualidad habilitada y proscripta, deseo y prohibición o norma y transgresión tienen hoy resonancias y códigos distintos que en la modernidad sólida. La gratitud de la herencia no debe impedir la interrogación de sus zonas de incredulidad.
En tiempos de Freud, la investigación aspiraba a discernir lo falso de lo verdadero y a definir un método y un objeto que delimitaba la fantasía a explorar mundos posibles, con paradigmas complejos que apelaban a la multicausalidad y a la interdisciplina, en un psiquismo abierto al mundo. En las ciencias del sujeto, la antropología general explora las consecuencias de nuestra condición de hablantes. La historia pública y la íntima es la ciencia madre, y el psicoanálisis se asoma a las fracturas del discurso, al intersticio de lo que otras creencias humanas no pueden decir ni pensar.