Son evidentes los adelantos científicos y técnicos que se han producido en los últimos diez años, de ahí el surgimiento y espectaculares avances de la neurobiología y las neurociencias. Por otra parte, es indubitable que el hombre moderno, si bien caracterizado por múltiples atribuciones y categorizaciones que superan holgadamente al hombre primitivo, continúa siendo un ser biológico con toda su herencia genética. Hace tiempo ya, que a expensas de los estudios epigenéticos, se ha constatado a través de fenómenos de neuroplasticidad, la injerencia e influencia del medio ambiente (el ambioma) en la activación enzimática de la dotación genética del hombre (el genoma). Es decir que el ambiente tiene una real influencia en la funcionalidad y en la estructura del Sistema Nervioso Central. También es cierto la demostración, a través de los estudios "únicos" del condicionamiento genético producido por el entorno y en consecuencia sobre la enfermedad. Este pequeño trabajo intenta analizar y considerar la diversidad de los factores ambientales que podrían hallarse relacionados con el epifenómeno de la peligrosidad como consecuencia de estas nuevas perspectivas. También se analizan instrumentos para evaluar el factor peligrosidad, distinguiendo los mismos en estáticos y dinámicos. Pero a pesar de ellos, se tiene la convicción de que es imposible determinar la peligrosidad, ya que no solo estamos en presencia del hombre, sino de una individualidad irrepetible e inigualable que es "la persona".