1 cuota de $35.000,00 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $35.000,00 |
2 cuotas de $20.807,50 | Total $41.615,00 | |
3 cuotas de $14.320,83 | Total $42.962,50 |
3 cuotas de $14.913,50 | Total $44.740,50 |
3 cuotas de $15.068,67 | Total $45.206,00 |
3 cuotas de $11.666,67 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $35.000,00 |
Hoy el mundo en el que devenimos, por innumerables circunstancias, escapa a la singularidad del propio sujeto, convirtiéndose en un lugar de una intrincada competitividad y contrariedades que aleja y dificulta al hombre el poder de hallar la facilidad para impulsar su teleología en el transcurso del tiempo, logrando así su dignidad y trascendencia.
Existen factores que imponen una nueva cultura, alejando los valores y principios de las personas de mediana edad quienes miran con ojos asombrados tantas novedades que favorecen la creación de una nueva cultura.
Este fenómeno se ha producido en apenas quince o veinte años que para una vida no es casi nada. Sin embargo, este no ser casi nada en la vida de una persona, ha minado en forma progresiva, insidiosa y sin un darse cuenta, la variación de la cultura del trabajo.
Podemos advertir a lo largo de esta obra como el trabajo es el medio para que el hombre pueda realizarse como tal, disfrutarlo, con un sentido de pertenencia, que lo identifique y le permita ser.
La experiencia clínica, tanto como médicos tratantes o integrando juntas médicas evaluadoras, nos indica que en reiteradas oportunidades el trabajo no es un equivalente a salud.
Es frecuente que en el propio trabajo existan noxas que se conviertan en deletéreas, referidas de tal manera por los propios pacientes.
En consecuencia el trabajo puede convertirse en un factor negativo, no solo vulnerando el Plan Vital, sino que socavando la salud. La respuesta no es que es posible, la respuesta es que es sumamente probable y en muchos casos cierto que el trabajo se transforme en patógeno y vulnere la salud.