Niños con fallas graves en su estructuración psíquica, padres con serias dificultades para acompañar la crianza de sus hijos e instituciones que se cuestionan las formas de abordar estas problemáticas, expresan los bordes y desbordes que los actores de la salud y la educación encuentran en su devenir profesional.
Este libro habla de sujetos marcados por un tiempo que fragmenta y desubjetiva; acerca de diagnósticos lineales que no dan cuenta del sufrimiento psíquico infantil y de nomenclaturas (ADD, TGD y otras) que necesitan ser revisadas para evitar abordajes terapéuticos erróneos con consecuencias indeseables.
Distintas prácticas se entrecruzan en su riqueza y complejidad. La clínica con niños, los aportes de la neurobiología, el devenir de la institución familia, sus vínculos y conflictos; las funciones parentales y las dificultades para ser padres; las escuelas y sus trabajosos intentos de encontrar espacios para una infancia que pide ser alojada de otro modo, conforman una perspectiva que recorre posibles anudamientos entre las dimensiones de la red sujeto-vínculo-cultura.