El enfoque histórico-cultural no se ha asociado, de forma general, con la psicoterapia ni con la psicología clínica. En este libro, el autor navega los laberintos de la epistemología y de la teoría psicológica y franquea el horizonte de la práctica clínica para mostrar una manera innovadora de ayudar al paciente a construir nuevos sentidos subjetivos.
Luego de una trayectoria académica fundada en la obra de Vigotsky, desarrolla cuatro líneas directrices estrechamente relacionadas entre sí. En la primera aborda las teorías que tuvieron un mayor impacto en el período moderno. La segunda está asociada a los principios sobre los que apoya su definición histórico-cultural. En la tercera fundamenta la psicoterapia desde esta perspectiva y la defiende, no sólo teóricamente, sino a través de ejemplos concretos tomados del ejercicio terapéutico. Finalmente, discute el significado de la modernidad en este campo y las diferentes formas que toman las tendencias que se definen como postmodernas en esta área.