Hoy día el nombre de Clausewitz es sobradamente elocuente. No sólo evoca, como antes, la imagen de un ayudante eficaz, que ha colaborado en la reforma del ejército prusiano, a la sombra de sus geniales jefes Scharnhorst y Gneisenau, y que escribió el famoso libro De la guerra. Mientras tanto su nombre llegó a tener fama mundial. Partisanos de la revolución mundial como Lenin y Mao- Tse-Tung lo han colocado en el gran contexto de la Historia uni- versal. Ni siquiera en la discusión sobre armas y medios de des- trucción de la guerra nuclear ha perdido su actualidad. Su teoría de la guerra es, hoy día, más bien moderna que técnicamente superada y-más allá del contenido de exposiciones arraigadas en su época- se ha convertido en piedra de toque para la relación entre teoría y práctica.