Los currículos no son “ingenuos”, pueden conducir a una mayor liberación de las personas o a su sometimiento o sumisión. Se trata de elaborar currículos que recojan en procesos participativos de co-construcción en espiral sus sentidos y expectativas. La amplia y diversa riqueza humana, social y cultural de Latinoamérica debe estar reflejada en sus currículos, y para ello es necesario “descolonizarse”, investigar, problematizar, crear y evaluar. Ese es el camino del verdadero desarrollo humano de los niños y niñas, sus comunidades y profesionales.