El control de convencionalidad ha adquirido particular relevancia en América Latina con ocasión del control judicial que, desde la entrada en vigencia de la Convención Interamericana de Derechos Humanos, ha venido realizando la Corte Interamericana de Derechos Humanos, cuando en sus sentencias juzga las violaciones cometidas por los actos u omisiones de los Estados contra la Convención, confrontando sus normas con las previsiones del derecho interno de los Estados.